Por Enrique Rodriguez Lobaton.

                              A menudo leo en la prensa europea cuando escriben artículos sobre la Copa Ryder que es el tercer evento deportivo más importante a nivel mundial, después del mundial de futbol y la olimpiada de verano, exagerado o no, reconozco que aquí en los Estados Unidos se sigue con mucha expectación el torneo, la prensa escrita le dedica paginas al evento, una de las cadenas de señal abierta más importantes en los EEUU transmitió el evento desde las 11 de la mañana y no paró hasta que termino el último partido del torneo entre el ídolo americano y mundial de Golf contra el italiano Francesco Molinari a las 5 de la tarde, una prueba del interés que existe por esta competición y el golf en general a nivel mundial.

La Copa Ryder es el torneo más importante de Golf por equipos, compiten EEUU contra Europa, se juega cada dos años en forma intercalada en EEUU y Europa en los mejores campos del mundo, cada equipo está formado por 12 jugadores, que juegan los dos primeros días partidos por parejas y en el ultimo día se cambia el formato, en el que se disputan partidos individuales. Si es que al final del último día se produce empate la copa se la lleva el equipo que la gano la edición anterior.

El comienzo de este importante evento se gesto por idea de un aficionado al golf de origen británico llamado Ryder y que dono la copa que lleva su nombre, el primer campeonato se jugó en 1927 en Massachusetts, EEUU, con victoria de los americanos. Al comienzo en los primeros 50 años de la competición, Europa solo era representada por los jugadores de países Británicos, en la que prácticamente el dominio fue absoluto por parte de los americanos, pero todo cambio cuando aparecieron jugadores de un gran nivel en el mundo del golf como el español Severiano Ballesteros y el alemán Bernard Langer a mediados de los setenta y los organizadores del evento decidieron que ya no solamente Británicos representen a Europa sino golfistas de otros países de Europa, a partir de esta sabia decisión de darle mayor acometividad y participación al torneo genera un cambio sin parangón en el mundo del golf, el torneo poco a poco va sumando más adeptos, interés, audiencia y emotividad, la copa es decidida en los últimos hoyos de los partidos individuales del ultimo día, aparecerán las gestas de jugadores europeos que sin el aura ni los majors de los americanos lo dan todo y son capaces de vencer a los jugadores más grandes y laureados de la historia del golf.

El periodista Francisco Alemán de la cadena Espn de tantos años, que comenta los torneos de golf para Latinoamérica, explica muy bien este fenómeno del espíritu inquebrantable de los jugadores europeos por la Copa Ryder en un reciente artículo suyo lo describe muy bien, aquí una pequeña parte de este, " Una pasión que nació cuando los jugadores del continente europeo se unieron a los británicos en 1979. Allí apareció la figura de Severiano Ballesteros, que hizo del enfrentamiento con los americanos su propia cruzada. El español convenció a Tony Jacklin que era posible ganar la copa, y el inglés se puso al frente del equipo que llegó a Palm Beach en 1983. Es verdad que con Seve llegó también una camada de jugadores de enorme jerarquía como Faldo, Langer, Lyle, y Woosnam, a los que luego se les sumó José María Olazábal. Todos ellos fueron ganadores de majors y juntos demostraron que podían ganar la copa. La gran alegría llegó dos años más tarde, en The Belfry, y muchos de los que después fueron jugadores de Ryder para Europa recuerdan que aquel fue el momento que los inspiró para dedicarle horas a la práctica con el único sueño de alguna vez poder integrar ese equipo".

En los casi veinte años que vengo apasionadamente viendo la Ryder me vienen a la memoria imagines de las gestas de los golfistas europeos, como el llanto como si fuera un niño de Ballesteros a Faldo cuando gano el trascendental partido en la edición del 95 y que permitió que los europeos ganaran viniendo de atrás a los americanos en los EEUU, luego el put in extremis de Colín Montgomery en el 97 que permitió otras vez una nueva victoria de los europeos esta vez en España, luego vendrían varias ediciones donde mayormente los europeos derrotaron fácilmente sin despeinarse a los golfistas de las barras y las estrellas, hasta llegar a la del 2010 donde de nuevo aparecería la figura de un salvador europeo, esta vez el irlandés Graeme McDowell con un put de algunos metros lograría el punto decisivo y un nuevo triunfo y la gloria europea de nuevo para el viejo continente.

Y Llegamos a la edición de este ano, que se jugó hace unas pocas semana en Chicago en el campo de Medinah, donde la emoción fue una de las más grandes de la historia del golf y del deporte que se recuerde, los dos primeros días en el duelos de parejas la cosa pintaba muy pero muy mal para los europeas, al termino del días Sábado el resultado era de 10 a 6, que pudo ser mayor la ventaja de no ser por Ian Poulter, Roy Mcllroy que al final de ese día ganaron partidos agónicos y que al final fueron determinantes para el triunfo final.

En los partidos individuales del domingo, Olazabal (el capitán europeo) movió extraordinariamente sus fichas, con gran inteligencia puso primero a los golfistas con mas carácter y ganadores, y si el resultado era positivo estos iban a motivar a al resto de jugadores europeos con un perfil mucho menos importante, la estrategia le salió a pedir de boca, y cayeron las victorias una a una de sus pupilos, primero la de Luke Donald, luego seguirían las de Ian Poulter, Rory McIlroy, Justin Rose, Paul Lawrie, Lee Westwood y García, y solo dos partidos la ganaron los Estadounidenses. A esas alturas el resultado era empate a 12 y faltaban los dos últimos partidos el que jugaba el alemán Kaymer con Stricker y el del Italiano Molinari con Tiger Woods. En el penúltimo partido el alemán estaba uno arriba faltando un hoyo por jugar, en el último hoyo Stricker hace el par desde unos cuatro metros y el alemán tenía que hacer el put de unos tres metros y vencer el trascendental partido, al final olvido los nervios y convirtió el putt que dio el triunfo a los europeos, en un torneo que ha sido llamado por muchos el milagro de Medinah (que es el campo donde se jugó el torneo), nunca antes en la historia de la Ryder el equipo visitante que perdía por cuatro puntos al termino del penúltimo día ganaba la Ryder, en el ultimo partidos entre Woods y Molinari termino en empate y el resultado final fue 14 y medio para Europa por 13 y medio para EEUU. Y la gloria para Europa y su capitán Olazabal que ese último día parecía Kasparov moviendo magistralmente sus fichas no en un tablero de ajedrez sino en un campo de golf.

Y no hay nada que hacer que está demostrado que los golfistas que participan en la Ryder juegan por la gloria y por su país, ahí su encanto, el dinero al menos lo dejan por una semana de lado y bueno a esperar dos años para la próxima Ryder que se disputara en Escocia y para saber quien será el próximo héroe Europeo?