por Enrique Rodriguez

Como buen cinéfilo cuando tengo algo de tiempo los fines de semanas la dedico un poco a ver algo de cine, y a veces tengo la suerte de encontrarme con alguna buena película, otras cada vez menos en estos tiempos, me topo con cintas más que buenas o brillantes, The Help (criadas y señoras en España) forma parte de esta categoría, sin muchas expectativas comencé a verla y me lleve una gratísima impresión, como pocas en los últimos tiempos y al final de la proyección como se hacía en antaño sentí ganas de aplaudir la destacada película dirigida por Tate Taylor, basada en la novela de Kathryn Stockett, y como es lógico, esa reacción de alegría contenida es completamente normal que suceda a quienes nos indigna y nos avergüenza ver todo comportamiento y actitud discriminatoria, propio de barbaros hacia otros seres humanos.

La película se ubica en la ciudad de Jackson, Misisipi, en los años sesenta, una joven estudiante (Skeeters) regresa a las casa donde vivió y cuya madre quiere verla casada cueste lo que cueste, sus amigas de la infancia ya están casadas, tienen hijos y sus hijos son criados por empleadas negras, Skeeters sale con sus amigas a jugar bridge o a tomar té, poco a poco ella se va dando cuenta que sus amigas son unas esnobs, que solo quieren presumir de lo que quieren y aíslan socialmente a todas aquellas que no piensan como ellas ni son de su nivel social, y poco a poco ella va formándose un sentido crítico hacia sus amiga y ve con malos ojos el trato inhumano que ellas tienen hacia el servicio domestico, como la desconfianza, las ponen a limpiar la casa sin quitarle un ojo de encima, las tratan de rateras, o les construyen baños especiales para que no usen los de la familia, sueldos miserables, con el tiempo Skeeters logra entablar amistad con ellas, formando lazos de afinidad muy fuertes, entrando en un nivel de confianza tal en el que cada una de ellas le contara sus penurias e historias personales que la estudiante plasmara en un libro que denuncia la discriminación de los blancos con su servicio domestico que cuidan y protegen a sus hijos.

Muchas veces, en la pantalla chica he visto la famosa frase cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, en este caso, lo que pasa en el Perú con el servicio domestico no es pura coincidencia, se da y de manera brutal la discriminación, y no estamos en los años 60 como en la película the help, estamos en el 2012 y seguimos viendo las misma lacra que indigna a unos cuantos con cada vez menos voz que antes.

Recuerdo y con mucho pesar, en más de una ocasión lo vi en Lima, como las mamas de ciertos amigos trataban mejor a sus mascotas que a la pobre empleada del hogar, mientras ellos comían pollo, carne o cualquier plato fresco del día, a ellas le daban las sobras de la comida que sobro el día anterior, o tenían los cubiertos y platos separados de los que usan los miembros de la familia (como si tuvieran alguna enfermedad o virus) o cuando cansadas de la bruja que tenían como jefa, al renunciar, la señora de la casa comenzaba a buscarle entre la ropa de la muchacha como si fuera una delincuente...

Por último, que es lo que vemos desde hace muchos años, con las urbanizaciones de las casa de playa en Asia y otras, grupo de gente privilegiada (snobs) que han cerrado las playas para vivir lejos y apartados del pueblo o sea chusma, que prohíben el paso a esas playas libremente de los que quieran bañarse ahí y no tenga casa en la playa o sean invitados, como es su comportamiento con el servicio domestico, no muy santo, se les está prohibido que ellas se bañen a ciertas horas porque contaminan el mar en el que se bañan sus patrones, a pesar que son las personas que están mas tiempo con sus hijos o  también que se bañen en sus piscinas, pobre de ellas si lo hacen..... Todo acto de discriminación está prohibido en la constitución, a pesar de esto se sigue haciendo con total desparpajo y enfrente de todo el mundo.

Y cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.